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martes, noviembre 20, 2007

Zopilotes ebrios vigilan el Gran Mariscal


Jaime Barrón pasará a la historia como el Rey de España, totalmente atascado en un anticuado bovarysmo capitalino.

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- El más rancio abolengo chuquisaqueño en forma de universitarios y ediles ronda expectante el último suspirar o patalear de la Asamblea Constituyente. Parece que no hay salida, pero el fénix resucitará…

1. Como zopilotes hambrientos y ebrios, los miembros del Comité Interinstitucional de Sucre hacen vigilia en torno al cadáver exquisito en que parece se ha convertido la Asamblea Constituyente, a fuerza de maniatarla y demandar un rescate fabuloso durante más de 3 meses. Ahora quieren zampar sus restos al parecer insalubres.

2. De rato en rato y en maromas en vivo y directo a través de Unitel, el portavoz oficial de la luna creciente, Jaime Barrón, Aydee Nava, John Cava y últimamente David Sánchez azuzan el cerco de vanidades racistas y “farras” que imprimen los jóvenes universitarios y funcionarios ediles en las puertas del teatro Gran Mariscal Sucre.

3. Los ciudadanos de El Alto y los acomplejados líderes políticos de La Paz han observado durante estos meses cómo una minoría de “alocados” capitalinos han tomado como rehén a la Constituyente en nombre de una demanda totalmente tirada de los pelos que fue alentada por el entonces presidente de la Comisión de Autonomías, el podemista Rubén Darío Cuellar.

4. Y todo esta creciente desvergüenza señorial y antipatria tiene razón de ser debido en parte a la falta de estrategia y de pericia política de la Directiva de la Asamblea Constituyente, sobre todo, de la presidenta del foro, doña Silvia Lazarte, quien no ha sabido tomar el poder de la mayoría constitucional por las crenchas.

5. A estas alturas, cuando el teatro Gran Mariscal apesta no sólo por las continuas fanfarronadas universitarias y farras ediles, sino porque el cadáver exquisito empieza a emanar olas de hedor por tanto estancamiento, el portal Web de El Deber.com.bo le ha puesto nuevamente un cronómetro fatídico al último estertor constitucionalista como si la fundación de la nueva Bolivia fuera un reality show.

6. Si la Constituyente muere (algo que los medios y líderes de la oposición han vaticinado muerta desde un comienzo, excepto el ciudadano K.), todos los bolivianos y las bolivianas tendrán una parte de la culpa porque no han sido capaces de alentar ni de propiciar el ambiente democrático para que nuestros constituyentes anuden un pacto constitucional para los próximos 150 años de Bolivia.

K.



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