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martes, julio 07, 2009

El chat poético boliviano de Cambio climático


Los poetas de la antología "Cambio climático. Panorama de la joven poesía boliviana" (La Paz, 2009) con los autores: René Osdmar Filipovich, Vadik Barrón, Diego Mejía, Monserrat Fernández, Edwin Guzmán, Carolina Hoz de Vila, Benjamín Chávez, Jessica Freudenthal, Juan Carlos Ramiro Quiroga (con paraguas-logitipo de CC) y Adriana Lanza.

- “28 es el número perfecto de poetas para calibrar el momento en el que se halla la poesía en Bolivia. Vivimos tiempos de una pandemia poética. Como el H1N1, 28 es la marca registrada de los poetas bolivianos del fin del mundo”, dice la lectura de presentación de ‘Cambio climático. Panorama de la poesía joven boliviana’ que fue leída el pasado 26 de junio en el Espacio Simón I. Patiño y que letras.s5.com difunde en Santiago de Chile.


Crisis climática y el chat de los(as) poetas

Por Juan Carlos Ramiro Quiroga

1. Hemos visto una voz más cerebral en los(as) poetas del cambio climático. Una visión altamente humanista y turbulenta que nace desde el silencio de la palabra. Esa voz es totalmente global y habla en menudo como habla el mundo, el mundanal ruido del que escapaba cierto poeta medieval.

2. Casi como una pandemia del fin del mundo anticipada, estos poetas podrían denominarse -en contraposición al canon verbal nacional- la voz universal que se encarga de alertar a su mundo que la palabra poética nunca ha servido para nada, excepto para inflar globos de ego o para lanzar anatemas a gil y mil.

3. Los(as) poetas de Cambio climático. Panorama de la joven poesía boliviana (La Paz, 2009), cuya selección, prólogo y notas pertenecen a Juan Carlos Ramiro Quiroga, Benjamín Chávez y Jessica Freudenthal, son herederos de una lógica demasiado humana o demasiada geeks: la equidad de género entre los hombres y las mujeres.

4. El libro recoge a 28 poetas, es decir, 14 poetas masculinos y 14 poetas femeninos, cuyas edades oscilan entre los 22 a los 33 años. Lorena Castellón Beltrán es la poeta paceña más joven de la antología mientras que los más veteranos son Valeria Del Barco, Clider Gutiérrez Aparicio y Vadik Barrón, con 33 años encima y aún sin canas.

5. Cerca de 10 poetas son totalmente inéditos, para no decir totalmente clandestinos e indocumentados en la única nación que jamás estará incluida en la nueva Constitución Política del Estado. Otros bardos ya tienen uno o tres publicados o en las puertas de una imprenta.

6. Cambio climático incluye un puñado de poetas blogueros. Un poeta que cree que la vida es haikú. Alguien hace aguas mayores, desde considerable altura poética, sobre nuestras creencias. Hay dos poetas que han adoptado la nacionalidad boliviana porque han nacido en Madrid y en Moscú. Y una sola voz identificada a los pueblos indígenas y originarios de Bolivia: Elvira Espejo Ayca. Se incluye, dos cartoneros corrugados, entre otros paraísos artificiales.

7. Por tanto, Cambio climático recoge el siguiente número de poetas por departamento: Beni (0), Cochabamba (3), Chuquisaca (4), La Paz (10), Oruro (2), Pando (0), Potosí (2), Santa Cruz (2), Tarija (3). Además, de Madrid (1) y Moscú (1).

8. Entonces una apreciación oportuna. Cambio climático es la menos nacional publicada hasta el presente. Acaso más boliviana que cualquier otra antología que se precie de tal, Cambio climático ha encarnado lo internacional o global como el único pasaporte de ciudadanía en el mundo.


El acto de presentación: Jessica Freudenthal (autora), Michela Pentimalli (directora de Espacio Simón I. Patiño), Edwin Guzmán (poeta y presentador), Benjamín Chávez (autor) y Juan Carlos Ramiro Quiroga (autor).

9. Emma Villazón o Pablo Osorio han nacido en la única nación que se mira a sí misma como distinta o incompatible a lo nacional: Santa Cruz. René Osdmar Filipovich, Carolina Hoz de Vila y Vadik Barrón pertenecen a la nación de los paraísos artificiales más que a La Paz. Lorena Castellón, Sergio Gareca, Valeria Canelas, Mariana Ruiz, Anabel Gutierrez, Adriana Lanza son más de Iberoamérica que de Bolivia.

10. ¿Cuál es el paraguas bajo cuya sombra se cierne un temporal y relámpagos en Bolivia? Acaso ese lenguaje sofisticado y reflexivo, con cero de alcohol encima, que coquetea con las fotocopias, los fanzines, las ediciones piratas o las nuevas tecnologías de la comunicación: el Chat, el blog y el MSN.

11. ¿Qué lenguaje es este que cada poeta joven parece hablar en chino, nipón, coba, argot, quechuañol, o en matrix? Poesía de consumo inmediato y el éxtasis compartido. Poesía del dedo gordo y para lectores maniáticos del Facebook. Poesía clic que ha encontrado por fin su patria en línea. Online, diría Bill Gates.

12. En los tiempos de brío de esta antología, cuando el sueño originaba simpatías en Juan Carlos Ramiro, Benjamín y Jessica, los poetas vírgenes eran más de la mitad de los incluidos en la antología, entre ellos Pamela Romano y Valeria Del Barco, cuyos libros se publicaron en 2008 o recientemente.

13. Ha sido edificante reunir todas estas voces en un solo libro y ceñirnos a la lógica de la resta más que a la suma, porque a un principio teníamos sobre la mesa a más de 50 poetas o quizás más. ¿Qué ha sucedido desde entonces? Hubo más de cinco listas a mano y en acta. Hubo también más de seis borradores de la antología y más ampulosa que la que presentamos hoy.

14. Cuando íbamos a cometer el peor de los errores (la aglomeración de poetas), aparte de la fe de erratas que hay en Cambio climático, una sugerencia oportuna nos vino del oráculo de Rubén Vargas Portugal, que la Fundación Simón I. Patiño había invitado para leer el borrador primario: dar más preferencia a los jóvenes.

15. ¿Eso qué significaba? Sacrificar a los dioses a más de la mitad de bardos y vates, cuyos tambores de guerra y pendones seguirán sonando en nuestros oídos hasta que no sean atendidos en otra antología.

16. Hemos sido fieles a esa solicitud de un silencioso lector de poesía y lo que hoy están viendo es el resultado de esa cirugía verbal que hemos ejecutado con total apasionamiento y atrevimiento.

17. Cambio climático es la primera parte de una antología mayor que ya está anotada en nuestras prioridades como lectores de poesía. E invocamos vuestra ayuda para que tengamos completo este sueño pronto, con la segunda y tercera parte de esta antología.

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  • 3 comentarios:

    Pablo E. Osorio A. dijo...

    Muy de acuerdo con muchas cosas y sobre todo muy agradecido mi querido K., pero debo aclarar algo que aunque no me ofende me parece necesario.

    Yo resido hace tres años en Santa Cruz de la Sierra, tierra verde y noble que me ha dado más de lo que pedía.

    Mi nacimiento, formación y deformación se la debo a mi tierra carnavalesca de diablos y morenos: Oruro.

    Espero que la rectificación no sea entendida como provincianismo mas si como gratitud con la tierra que me parió.

    Un saludo y abrazo señor K.

    Pablo Osorio

    K. dijo...

    "Uks estimado Pablo Osorio. Sin problemas y me gusta tu aclaración", dice el ciudadano K.

    Uks.

    Anónimo dijo...

    ¿Realmente es importante esa distinción departamental de la poesía?
    Por un lado el departamento que se mira el ombligo; por otro, la ciudad de los paraísos artificiales... ¿Por qué esos comentarios tan sesgados y localistas, además tan urbanos (pues las provincias no se mencionan)?
    Cuestión aparte será saber si ese comentario sobre el departamento de Santa Cruz es válido sólo para un grupo de poder o si es compartido por la mayoría del pueblo.